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LAS VICTORIAS PÍRRICAS DEL JUNIOR



Autor: Enrique Gasga Ventura

Qué valor legislativo, político, o moral, pueden tener los aparentes triunfos de un diputado cuando éstos resultan en contra del pueblo, y en retroceso de cualquier intento de una gobernanza real; como han sido las victorias pírricas del diputado priista Mariano González Aguirre (Junior del ex gobernador), en la presente legislatura del Congreso del Estado, y que no han hecho, sino generar enormes afectaciones a la entidad tanto en la representación de las comunidades como en la negación al desarrollo de los sectores vulnerables y de la cultura.

Uno de los grandes retrocesos protagonizados por el Junior de González Zarur, y presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso local que mostró no sólo la cara del priismo más autoritario alejado de los consensos, sino la falta de voluntad de apoyar la construcción de un gobierno democrático legítimo en el estado.

Sin duda se dio tras respaldar con sus aliados el bloqueo a la propuesta de revertir la reforma a la “Ley Municipal del Estado de Tlaxcala”, aprobada en 2015 que establece que los presidentes de comunidad de Tlaxcala, ya no tendrán voto en el cabildo de sus respectivos ayuntamientos.

Es decir, que con esto eliminaron el noventa por ciento –por así decirlo-, de las facultades de los presidentes de comunidad del estado para representar a su pueblo en la implementación de obras, y quedaron a expensas de lo que el presidente municipal tenga a bien, o a mal decidir en su comunidad.

Lo que representa un grave retroceso en el Estado por donde se le quiera ver, y significa una detestable victoria de González Aguirre de esta reforma a la “Ley Municipal de Tlaxcala”, que no ayuda a los pueblos, ni al estado, ni al Congreso, ni al gobierno del estado, y sí podrá impedir que muchas comunidades tengan desarrollo (otro triunfo de la ignorancia, intolerancia y abuso de poder).

Pero Marianito fue mucho más lejos con sus pírricos triunfos al bloquear, e ir en contra de la aprobación de cualquier ley que buscara beneficio social para las los tlaxcaltecas de menores recursos, aplastando, y dejando de lado la política social desde el Congreso local.

Es así que durante la presente legislatura no se aprobaron iniciativas de ley encaminadas a mejorar los malos servicios de salud en la entidad por parte de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado (Sesa), donde en los hospitales cada vez se dificulta más el acceso de los pacientes a estudios de laboratorio, consultas e intervenciones de diferente tipo ya de por si con pésimos servicios.

También se impidió a toda costa el paso a la “Ley del Primer Empleo para el Estado de Tlaxcala”, iniciativa propuesta desde la pasada legislatura por el PAC que se retomó en la presente, y la cual buscaba generar un apoyo económico para unos cuatro mil jóvenes egresados de escuelas superiores en la entidad.

Es así evidente que el apoyo a la educación ha sido algo ajeno a la visión legislativa miope del diputado priista González Aguirre.

Otra muestra de esto, y que por otra parte evidenció que su supuesto control de la aprobación de leyes en el Congreso del Estado tiene muchos agujeros fue sin duda la aprobación de la “Ley de Uniformes Escolares Gratuitos para Alumnas y Alumnos de Educación Básica en el Estado”.

Ley que no pudo frenar, y que muy a su pesar, si el gobierno de Marco Mena realmente cumple con su obligación tendrá que dar dichos uniformes.

Y en el caso de la educación superior de la entidad el abandono del gobierno estatal fue una constante durante el sexenio de Mariano González Zarur quien no entregó a la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), más de 260 millones de pesos (mdp), acumulados durante su sexenio, y que un grupo de legisladores afines a la bancada priista respaldó.

En este sentido, a la llegada de Marco Mena a la gubernatura quedaba la duda si se entregarían dichos recursos que se deben a la UAT; pero lamentablemente no se vio voluntad para hacerlo en la conformación del presupuesto, ni por parte del Ejecutivo ni de un bloque de legisladores a fines con el Junior.

Y aunque en la presente legislatura el Congreso del Estado tuvo la última palabra para modificar el proyecto de presupuesto de la UAT, y entregar a la Máxima Casa de Estudios de Tlaxcala sus recursos, no lo hizo.

Por lo que ni Marianito ni la camarilla de diputados afines a la bancada priista apoyaron a la institución que representa la educación superior en el estado, y no sólo no optaron por la entrega de los recursos estatales a la UAT; sino que le quitaron otros 73 mdp de los recursos que corresponden a la universidad para 2018. Otra estúpida y pírrica victoria del Junior que seguirá afectando a miles de universitarios de Tlaxcala.

Es así que de una deuda global de más de 373 mdp de recursos que debe el gobierno del estado a la UAT contando lo que no aprobaron para el próximo año, el Congreso sólo autorizó aproximadamente 6 mdp para el 2018; cantidad insultante que sólo representa otro triunfo de los detractores de la educación superior en Tlaxcala.

Sin embargo, lo que sí aprobaron los diputados del PRI y aliados encabezados por González Aguirre desde la Junta de Coordinación y Concertación Política fue un recurso de aproximadamente 180 mdp para la ampliación del estadio Tlahuicole, que si bien podrá servir para algunos jugadores, es inadmisible cuando hay en la entidad tantas necesidades que requieren de recursos urgentes para salud, educación y acciones de beneficio social, y cultura que simplemente se hicieron a un lado.

En este sentido, la cultura y el arte también fueron olvidados por González Aguirre, y prefirió impulsar un millonario recurso para ampliar un estadio de futbol que destinarlo a la conclusión de la Plaza Bicentenario por ejemplo, edificio creado para las artes y la cultura; pero que algunos personajes que dejan en evidencia su ignorancia se han convertido en detractores de esta construcción que mucho necesita el estado para este sector olvidado.

Y con broche de oro de la ignominia, el Junior a través de la JCCP tardó aproximadamente siete meses para la aprobación del Plan Estatal de Desarrollo (PED) de Mena.

Es de esta manera que las pírricas victorias de González Aguirre no hacen, sino dar al traste con todo lo que representa desarrollo, política social, apoyo al campo, mejora de servicios de salud y educación y apoyo a la cultura.

Ante esto, ojalá nunca haya una victoria más del Junior de González Zarur, ya que a Tlaxcala le está y le seguirá costando muy caro que esté en el Congreso local, o en cualquier otro puesto de elección popular, o de servidor público, teniendo supuestos triunfos necios que sólo llenan su ego y nada más.


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